Las Consecuencias Legales de Dar una Tasa de Alcohol de 0,70 mg/l en Aire Espirado en un Control de Alcoholemia
Introducción
El consumo de alcohol y la conducción bajo sus efectos son una de las principales causas de accidentes de tráfico en todo el mundo. En España, el marco legal en torno a la alcoholemia está definido por leyes claras y estrictas que buscan proteger la seguridad vial y prevenir accidentes graves. Uno de los puntos cruciales en la normativa de tráfico es el límite de alcohol permitido en sangre y aire espirado para los conductores. Cuando un conductor da una tasa de alcohol superior al límite permitido, se enfrenta a diversas consecuencias legales, que pueden incluir sanciones administrativas y penales.
En este artículo, analizaremos en detalle las consecuencias legales de dar una tasa de alcohol de 0,70 mg/l en aire espirado en un control de alcoholemia, explicando los umbrales legales, las sanciones aplicables y las repercusiones en la vida del infractor.
Normativa legal sobre la alcoholemia en España
La Ley de Tráfico y Seguridad Vial en España establece diferentes límites de alcohol permitidos dependiendo del tipo de conductor:
- Conductores generales: El límite es de 0,5 gramos por litro (g/l) de alcohol en sangre, o 0,25 miligramos por litro (mg/l) en aire espirado.
- Conductores noveles (con menos de dos años de carnet) y profesionales (conductores de transporte público y mercancías, entre otros): El límite es de 0,3 g/l en sangre, o 0,15 mg/l en aire espirado.
Estos límites buscan garantizar que los conductores que circulan por las carreteras no lo hagan bajo los efectos del alcohol, ya que se ha demostrado que incluso cantidades pequeñas de alcohol pueden afectar la capacidad de reacción y juicio, aumentando el riesgo de accidentes.
En el caso que nos ocupa, una tasa de alcohol de 0,70 mg/l en aire espirado es casi tres veces superior al límite permitido para conductores generales, y más de cuatro veces superior al límite para conductores noveles o profesionales. Esto se considera una infracción muy grave dentro del sistema legal español.
Consecuencias administrativas
Cuando un conductor es sometido a un control de alcoholemia y da un resultado de 0,70 mg/l en aire espirado, inmediatamente se enfrenta a una serie de sanciones administrativas, las cuales pueden incluir:
1. Multa económica
La sanción administrativa por exceder los límites de alcohol en aire espirado está regulada por el artículo 65.5 del Real Decreto Legislativo 6/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.
- Para una tasa de 0,70 mg/l, se considera una infracción muy grave, que conlleva una multa económica que puede oscilar entre los 500 y 1.000 euros, dependiendo de la gravedad del caso, la reincidencia y otros factores atenuantes o agravantes. Si el conductor reincide en esta conducta o se comprueba que ha cometido infracciones similares en el pasado, la multa será más elevada.
2. Pérdida de puntos del carnet de conducir
La ley establece un sistema de puntos en el carnet de conducir, donde cada infracción conlleva la pérdida de un número determinado de puntos. En el caso de dar positivo con una tasa de 0,70 mg/l, el conductor perderá 6 puntos de su carnet de conducir, que es la sanción máxima dentro del sistema de puntos para infracciones relacionadas con el consumo de alcohol.
3. Suspensión temporal del permiso de conducir
Además de la multa y la pérdida de puntos, el conductor puede enfrentarse a la suspensión temporal de su permiso de conducir. En casos de alcoholemia elevada, como es el caso de una tasa de 0,70 mg/l, las autoridades pueden retirar el carnet de conducir por un período que varía entre uno y tres meses. Esta suspensión se impone de forma administrativa y puede ser prolongada si el conductor reincide en la infracción o presenta comportamientos peligrosos.
4. Retirada del vehículo
En el momento en que el conductor da positivo en un control de alcoholemia con una tasa de 0,70 mg/l, las autoridades pueden proceder a la inmovilización del vehículo. El coche será retenido hasta que una persona en condiciones legales para conducir pueda recogerlo, o hasta que se cumpla con las sanciones correspondientes.
Consecuencias penales
Cuando la tasa de alcohol en aire espirado supera los 0,60 mg/l, el hecho deja de considerarse solo una infracción administrativa y pasa a ser tratado como un delito contra la seguridad vial, regulado en el artículo 379 del Código Penal español. Esto implica que el conductor se enfrenta no solo a sanciones administrativas, sino también a consecuencias penales que pueden ser graves.
1. Pena de prisión
El Código Penal establece que cuando un conductor es sorprendido con una tasa de alcohol superior a 0,60 mg/l en aire espirado, puede ser condenado a penas de prisión de tres a seis meses. Esta pena puede variar dependiendo de los agravantes del caso, como si el conductor ha causado un accidente, si es reincidente o si ha mostrado una conducta temeraria.
2. Multa penal
En lugar de la pena de prisión, el juez puede imponer una multa de seis a doce meses. Esta multa penal es diferente a la multa administrativa, ya que su cuantía dependerá de la capacidad económica del infractor y otros factores personales. La duración y la cuantía de la multa se determinan con base en los ingresos diarios del conductor.
3. Trabajos en beneficio de la comunidad
Otra de las posibles penas que el juez puede imponer es la realización de trabajos en beneficio de la comunidad. En este caso, la duración de estos trabajos será de 31 a 90 días, dependiendo de las circunstancias del caso y de la gravedad de la infracción.
4. Privación del derecho a conducir
Además de las penas mencionadas, el juez puede imponer una privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un período de uno a cuatro años. Esta sanción implica que el conductor no podrá recuperar su carnet de conducir durante ese período, lo que puede afectar gravemente su vida personal y profesional.
5. Antecedentes penales
El hecho de que se imponga una pena penal conlleva la creación de antecedentes penales. Estos antecedentes pueden tener repercusiones negativas en la vida del conductor, afectando su capacidad para obtener ciertos empleos, acceder a cargos públicos o viajar a otros países.
Agravantes y atenuantes
Al enfrentarse a un proceso penal o administrativo, el juez o la autoridad administrativa pueden tener en cuenta factores agravantes o atenuantes que influirán en la severidad de la sanción impuesta. Algunos de estos factores incluyen:
Factores agravantes:
- Reincidencia: Si el conductor ya ha sido sancionado anteriormente por alcoholemia, las penas serán más severas.
- Accidentes de tráfico: Si la infracción por alcoholemia ha causado un accidente, especialmente con víctimas, las consecuencias legales serán mucho más graves, pudiendo incluso enfrentarse a cargos por homicidio imprudente.
- Conducta temeraria: Si el conductor, además de superar el límite de alcohol permitido, conduce de manera temeraria o peligrosa, esto será considerado como un agravante.
Factores atenuantes:
- Colaboración con las autoridades: Si el conductor colabora con la policía y muestra arrepentimiento, esto puede ser tomado en cuenta como atenuante.
- No antecedentes penales: Si es la primera infracción del conductor, el juez puede imponer penas más leves o sustituir la pena de prisión por multas o trabajos en beneficio de la comunidad.
Consecuencias en el ámbito civil
Además de las consecuencias penales y administrativas, una tasa de alcohol elevada puede tener repercusiones en el ámbito civil, especialmente si la infracción ha derivado en un accidente de tráfico con daños a terceros.
En estos casos, el conductor podría enfrentarse a responsabilidad civil por los daños causados, tanto materiales como personales. La aseguradora del vehículo puede negarse a cubrir los daños si el conductor estaba bajo los efectos del alcohol, lo que dejaría al infractor en la obligación de asumir personalmente los costes de las reparaciones y compensaciones a las víctimas.
Conclusión
Dar una tasa de alcohol de 0,70 mg/l en aire espirado en un control de alcoholemia es una infracción grave que tiene múltiples consecuencias legales, tanto administrativas como penales. Las sanciones incluyen desde multas económicas y la pérdida de puntos en el carnet, hasta penas de prisión y trabajos en beneficio de la comunidad. Además, este tipo de infracción puede generar antecedentes penales y graves repercusiones en la vida personal y profesional del infractor.